sobre El Gran Cocodrilo

· Hoy He Dado Mi Firma Para La Paz



A Carlos y Eugenia,
En Nueva York

Hoy he dado mi firma para la Paz.
Bajo los altos árboles de la Alameda
Y a una joven con ojos de esperanza.
Junto a ella otras jóvenes pedían más firmas
Y aquella hora fue como una encendida patria
De amor al amor, de gracia por la gracia,
De una luz a otra luz.
Hoy he dado mi firma para la Paz.
Y conmigo, en cien países, cien millones de firmas,
Un solo canto por la Paz del mundo.
Hoy no he firmado el poema ni los pequeños artículos,
Ni el documento que te esclaviza,
No he firmado la carta que no se siente
Ni el mensaje que durará un segundo.
Hoy he dado mi firma para la Paz.
Para que el tiempo no se detenga,
Para que el sueño no se inmovilice,
Para que la sonrisa sea alta y clara,
Para que una mujer aprenda a ver crecer a su hijo
Y las pupilas del hijo vean cómo su madre es cada día más joven.
Hoy he dado una firma, la mía, para la Paz.
Un mar de firmas que ahogan y aturden
Al industrial y al político de la guerra.
Una gigantesca oleada de gigantescas firmas:
La temblorosa del niño que apenas balbucea la palabra,
La que es una rosa de llanto de la madre,
La firma de humildad -la firma del poeta.
Hoy he elevado en una el número mundial de firmas por la Paz.
Y estoy contento como un adolescente enamorado,
Como un árbol de pie,
Como el inagotable manantial
Y como el río con su canción de soberbios cristales.
Hoy parece que no he hecho nada
Y sin embargo he dado mi firma para la Paz.
La joven me sonrió y en sus labios había una paloma viva,
Y me dio las gracias con sus ojos de esperanza
Y yo seguí mi camino en busca de un libro para mis hijos.
Pues ahí estaba mi firma, precisa y diáfana,
Al pie del Llamamiento de Berlín.
Parece que no he hecho nada
Y sin embargo, creo haber multiplicado mi vida
Y multiplicado los más sanos deseos.
Hoy he dado mi firma para la Paz.

1952
EFRAIN HUERTA

Sobre mariposas

En Recuerdo De Las Hermanas Mirabal

I

En mi mente
coloridas
abren mi interior
revolotean por mi cuerpo
con suavidad
siento la brisa de sus alas
en mi piel
mariposas en mis ojos
tres suspiros
jugando a creer
¿quién pudiera tocarlas?

II

Es mentira que murieron
un 25 de Noviembre
de garrote en garrote
hasta ser solo sangre
vísceras escurridas

A las mariposas
no se les puede tocar




Una Mariposa En Un Poema Triste

Melancolía
El arbol roto

Palabras gastadas
Escurren

La mariposa antes del punto

Blanca sobre el ramaje de letras.


Instante

Tras la mariposa
Loca
Y chupar sus colores

Azul
Naranja
Verde
Tocar la brisa que despide

El
Instante
Que ya se fue

Ojos de estrellas marinas



Arroyos de cielo caen
sobre las manos pequeñas
hojas desprendidas
del corazón frío
atmósfera seca
de lágrimas desérticas
un niño herido
flor roja en la tierra
sus gritos no se escucharán
mi pena ronda
en este escenario
sólo un niño de ojos de estrellas marinas
con manos de hojas volando
herido en la tierra negra
la imagen se transforma
cambia a noticias de dinero

dos estrellas por un dólar